lentes de Contacto

Cuidando nuestros Lentes de Contacto

Todos los usuarios de lentes de contacto deben conservar estrictas medidas de limpieza, así como tener en cuenta ciertos cuidados importantes para una adecuada conservación.

Es importante que hagas de esta práctica una rutina. 

  • Lava tus manos: deben estar limpias y secas para evitar irritaciones.
  • Siempre comienza con el mismo ojo: Evita confundirlos si tienen diferente medida.
  • Limpia los lentes de contacto después de quitártelos.
  • No uses agua del caño.

Aún después que el uso de los Lentes de Contacto está ampliamente extendido en el Mundo, aun existen ciertos mitos alrededor de su uso, que pueden desalentar a muchas personas de su uso. En este artículo buscamos desentrañar la verdad detrás del mito, para que correctamente informado puedas decidir usarlo o no.

ALGUNOS MITOS FALSOS SOBRE LOS LENTES DE CONTACTO

Mito 1: Los lentes de contacto se pueden perder detrás del ojo

Es anatómicamente imposible que los lentes se pierdan «detrás» del ojo. Existe una fina membrana que cubre el ojo y que conecta con el interior del párpado, por lo que el lente no puede moverse más allá de la superficie frontal del ojo. Lo más habitual es que la lente quede atrapada bajo el párpado superior.

Mito 2: Los lentes de contacto son incómodos

Los lentes de contacto blandos actuales son sumamente cómodos debido a los materiales con que se fabrican y a sus métodos de elaboración. Después de un corto periodo de adaptación, los lentes de contacto dejarán de sentirse en los ojos

Mito 3: Pueden quedarse pegadas al ojo

En la mayoría de los casos, los lentes pueden retirarse fácilmente usando el método que te recomendó tu oftalmólogo. Los lentes siempre acaban retirándose con un poco de paciencia. Respeta el tiempo de uso recomendado y sigue la rutina de mantenimiento.  Esto reducirá el riesgo de sufrir reacciones adversas o infecciones oculares.

Mito 4: El cuidado de los lentes de contacto es complicado

Los lentes de contacto son muy sencillos de utilizar y no presentan una molestia. Simplemente utilizar una solución de mantenimiento simple. Se puede elegir usar lentes de contacto de uso prolongado. 

Mito 5:  Los lentes de contacto se pueden salir del ojo y perder

Si se escoge el tipo de lente de contacto adecuado y se adaptan debidamente, los lentes deberían permanecer en su sitio casi todo el tiempo. Incluso en el improbable caso de que un lente blando se moviera de su sitio, permanecería dentro del ojo y se puede volver a colocar bien.

Mito 6: Los adolescentes no pueden usarlos

Muchos adolescentes, e incluso niños, usan lentes. La edad media a la que los adolescentes empiezan a usar lentes de contacto son 13 años. No obstante, hay niños más jóvenes, de hasta 8 años, lo suficientemente responsables para usar y cuidar sus lentes. Estar preparado para usar lentes depende más de la actitud y responsabilidad de la persona que de su edad.

Mito 7: Pueden provocar conjuntivitis y otras infecciones.

A veces se producen algunos problemas de salud por el uso de los lentes, pero en casi todos lo casos están relacionados con una falta de limpieza de los lentes u otro tipos de olvidos en el cuidado de los lentes. Si seguís las instrucciones de tu oftalmólogo, tus ojos correrán un riesgo mínimo de infección.

Recomendación Importante:

Antes de adquirir lentes de contacto, es fundamental que pases una consulta oftalmológica que te permitirá o tratar descartar dolencias oculares. Así podrás saber si los lentes de contacto son la mejor opción para ti. En la Clínica podrás pasar una consulta oftalmológica con un médico especialista y a la vez adquirir tus lentes de contacto. Te brindamos la seguridad que estás comprando un artículo óptico con el respaldo de la Clínica.

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